Política riverense e infidelidad matrimonial

Confieso que el sugerente título puede llevar a confusión y exacerbar el morbo de algún que otro lector.

Lamento decepcionarlos pero no pienso revelar ningún secreto de alcoba sino simplemente recordar la fórmula de un amigo para su felicidad conyugal, al menos en lo relacionado con la fidelidad en la pareja, que sintetizaba en la siguiente frase: “Que mi mujer no me engañe. Si me engaña que no me entere. Y si me entero que no me importe”.

Me he convencido de que existe una versión análoga aplicable a la política riverense: que el gobierno no se corrompa, si se corrompe que no me entere y si me entero que no me importe.
Desde todos los partidos políticos, incluso desde el partido de gobierno en lo local, se denunció la corrupción instalada en el seno de la Intendencia Departamental de Rivera.

Prebendas, acomodo de parientes y correligionarios en el cuadro de funcionarios, contratación de empresas de parientes y correligionarios, sospecha de fraudes en la realización de obras, etc.

Algunos concluyen muy tempranamente que a la población estas cosas no les importa y por ello y a pesar del cúmulo de denuncias, la alta votación recibida por el continuismo.

De hecho, aquél caso de notoriedad nacional con más de una veintena de ediles blancos y colorados procesados por fraude no sólo pasó al olvido sino que muchos de esos mismos ediles siguieron fuertemente vinculados al Intendente (Viera primero y Rodríguez después); y participaron activamente de la campaña de Marne Osorio.

En la última sesión de la Junta Departamental, una nueva muestra de que poco ha cambiado.

Ediles blancos y colorados aprobaron por la llamada vía de excepción que aquellos propietarios de vehículos que hoy revisten como remises y que también por vía de excepción venían dilatando la correspondiente adaptación a las normas para este tipo de servicios, finalmente pasaran a transformarse en Taxímetros pasando por encima de una lista de aspirantes.

Pues estos aspirantes, que presentaron solicitud de acuerdo a la normativa vigente no tuvieron presente que la normativa vigente, como lamentablemente suele suceder en Rivera, es una para el común de los ciudadanos riverenses y otra para los amigos de la lista 2000 del Partido Colorado. Para eso está la vía de excepción y los siempre bien dispuestos votos colorados en la Junta Departamental, y algunos blancos si necesarios fueran.

Todo esto con el agravante de una propuesta indecente, denunciada en sala por el Edil Arezzo del Frente Amplio: una matrícula de taxi para éste si acompañaba con su voto la iniciativa. La misma propuesta habría sido realizada al Partido Nacional, y otras dos matrículas corresponderían al “Lechuga” Camps y a Pablo González, según dijo Arezzo en sala, al tiempo que el denunciado bajaba la cabeza sin esbozar reacción alguna.

Ambos dirigentes colorados aquí mencionados fueron procesados antes en el escándalo de fraude en la Junta Departamental y el primero de ellos volvió recientemente a la notoriedad al ser víctima de una puñalada durante uno de los actos de Marne Osorio en el último mes de la campaña.

Se dice que la votación del pasado miércoles salda algunos favores recibidos como por ejemplo el servicio ofrecido gratuitamente por los remises durante la campaña de Osorio, en especial el día de la elección.

Casualmente dos días antes de la votación en la Junta, el Lunes 31 de mayo a las 17:00, presencié con motivo de la proclamación de los ediles electos la llegada de Marne Osorio al salón de actos de la Intendencia acompañado de Pablo González.

Que quede claro que los ediles de yeso de la bancada rosada no pasan de meros peones en este sucio lodazal en que convirtieron al gobierno departamental de Rivera, al que debemos exigir, por lo menos ahora que han sido pillados, que rectifiquen esta aberrante decisión que ha sido tomada respecto a los remises.

Y a los vecinos de Rivera escribo estas líneas para que se enteren... espero que les importe.

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