
Prólogo
Ayer comencé a redactar esta nota. Luego empecé a recibir noticias de lo que sucedía en Ecuador y me llegó a parecer una banalidad. Ahora he decidido terminarla.
No en mi nombre
Por primera vez estoy invitado a la ceremonia de entrega de los "Marcos de Oro" que se realiza los primeros de octubre de cada año para homenajear a destacadas figuras de nuestro departamento en diversas áreas de actuación: deportes; cultura y arte; comunicación; comercio servicios y turismo; producción industrial y agropecuaria y servicios a la comunidad.
No voy a concurrir.
En primer lugar quiero resaltar que es un jurado compuesto de diez miembros quien decide quiénes recibirán los "marcos de oro".
Dicho jurado debería integrarse con el Intendente (o un delegado), la Directora de Cultura, un edil designado por cada Partido Político representado en la Junta Departamental y un delegado del MEC, de ACIR, de la Sociedad de Fomento Rural, de los Leones y los Rotarios.
Al igual que la mayoría de los ediles nunca fui consultado por ninguno de los premios. No sé como se entiende aquí lo de la representación pero de todos modos me parece un error afirmar que es un premio que otorga la Junta Departamental aunque probablemente pague la "fiesta".
Decidí no asistir apenas por una cuestión de autoconservación. Quiero evitarme las náuseas y otros malestares que puedan sobrevenir. No lo digo por el servicio de catering sino por el mismo motivo que me lleva a saltear ciertos lugares del dial cuando escucho radio.
En el área de comunicaciones se decidió premiar al conductor de un programa que aunque se autodenomine periodístico se trata claramente de un programa de "chimentos" al mejor (peor) estilo de la tv argentina tan de moda en estos tiempos.
Quizás hasta sea bueno en su género, caracterizado por denigrar a las personas públicas y a las instituciones, manejar parcialmente y tergiversar información, abusar de opiniones no fundamentadas y elegir en general y de forma arbitraria interlocutores que acepten esas y otras reglas de juego.
Yo discrepo con que instituciones como la Junta Departamental y la Intendencia premien con estos criterios, para eso hay ejemplos por todos lados de premios entregados por los mismos medios o sus asociaciones.
Cuando estas Instituciones prestan su nombre para otorgar un galardón deben hacerlo contemplando la labor consecuente en favor de la sociedad, su ecuanimidad y aporte a la convivencia democrática.
Cabe resaltar al respecto que en las pasadas elecciones municipales, cuando el Frente Amplio acordó con Andebu en todo el país algunos minutos de programa gratuito tuvimos de los medios locales afiliados a Andebu (Radio Internacional y Reconquista) la mayor colaboración para hacerlo efectivo. Inclusive de Canal 10 Rivera que ni siquiera estaba afiliado a Andebu).
Pero Radio Rivera, que sí está afiliada y que indirectamente hoy es premiada por su programa de chimentos de todas las mañanas, sencillamente se negó a cumplir lo acordado.
Es coherente, no sea cosa que se pierda la señal característica de esa radio en estos tiempos: el antifrenteamplismo.
Esto es tan así que la propia Mesa Política del Frente Amplio decidió, al momento de invertir sus escasos recursos en la campaña de Octubre, invertirlos en otros puntos del dial.
En síntesis y en honor de lo que el "marco de oro" debe significar no comparto esta premiación.
Me parece hasta un agravio a periodistas de verdad de la talla de un Victoriano Cabrera o Washington Caballero; para citar a dos que no sólo no pertenecen al Frente Amplio sino que tienen una clara identificación con el Partido Colorado y Nacional respectivamente.
Tal vez me equivoque, no será la primera ni la última vez que lo haga, pero me parecieron necesarias algunas de estas aclaraciones.
Mis felicitaciones a todos los premiados que los hay con muchísimo merecimiento.
No creo que sientan mi ausencia pero si lo llegaran a hacer sépanlo que es apenas un grano de arena en defensa del valor inmaterial del reconocimiento que reciben.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario