Cuando los fallos anteriores, referidos a algunos casos como el patrocinado por el ex vicepresidente de Lacalle; Gonzalo Aguirre en defensa de un conjunto de militares (varios de ellos hoy presos por violación a los derechos humanos) vimos con preocupación, no solamente que se estuviera perforando la reforma tributaria de este gobierno sino, y fundamentalmente, que se estuviera generando una nueva situación de injusticia. Un triste mensaje a la sociedad en su conjunto, de que la legalidad no necesariamente va de la mano de la justicia: es justo que los que tienen mayores ingresos aporten en la medida de su capacidad contributiva para que los de menores ingresos no se vean obligados a aportar mas allá de sus posibilidades.
Durante el proceso, el sistema político y la justicia se han debilitado.
La posición asumida por la coalición rosada, defendiendo los altos ingresos de un pequeño sector de la sociedad aún cuando aplicaron con saña impuestos regresivos sobre el conjunto de los jubilados durante cada uno de los gobiernos en que coincidieron hace gala de una gran hipocresía, deslealtad institucional y “muy mala leche”.
Por el lado de la justicia, las filtraciones de las posiciones de los miembros de la Suprema Corte a un semanario de la derecha han dejado muy mal parado a un órgano que en el imaginario colectivo se encontraba por encima de las disputas políticas.
Igualmente graves son las declaraciones de uno de sus miembros, el Dr. Hipólito Rodríguez Caorsi en el programa radial “En Perspectiva” que es retransmitido en Rivera por una emisora local. En sus declaraciones públicas, el referido miembro de la Suprema Corte insinúa que otros dos miembros de la misma (los que votaron a favor de la constitucionalidad) dilataron el proceso de resolución a la espera del cese de la Dra. Sara Bosio (por razones de edad) en una supuesta maniobra para revertir el fallo inminente. La grave insinuación ha sido desmentida por el conjunto de la Suprema Corte, incluido el propio Caorsi, en nota oficial en respuesta al pedido de informes cursado por el Senador Huidobro. En ella la Suprema Corte con la firma de todos sus miembros asegura que todos ellos han hecho uso de los plazos legales para el tratamiento de los expedientes que han sido resueltos además, en un tiempo menor al promedio.
Las insinuaciones de Caorsi resultaron inconvenientes e inadmisibles, han afectado a la Suprema Corte como institución y enrarecido el ambiente a la interna del organismo. No tengo dudas: a esta altura Caorsi le haría un gran favor a la institución si renunciara.
Para la anécdota quedan las veladas presiones de Sanguinetti con insinuaciones similares a las de Caorsi (ni que se hubieran puesto de acuerdo); la cuestión de la conveniencia de que Sara Bossio se expidiera sobre un tema que indirecta pero inminentemente la estaría comprendiendo al jubilarse una semana después y tener que pagar (o no), el IRPF a través de su jubilación; inconvenientes declaraciones también desde algún legislador oficialista pretendiendo vincular los recursos que se destinan al Poder Judicial al tenor de sus decisiones; y la marcha pretendidamente a favor de la independencia de la Justicia en vísperas de que se tuviera conocimiento de la posición que viniera a adoptar la Suprema Corte luego de la incorporación en lugar de Bossio del Dr. Larrieux, votado para el cargo por el conjunto del espectro político a propuesta del Partido Nacional.
La más reciente posición asumida por el Supremo, permite que vuelvan a transitar juntos legalidad y justicia; y que este episodio sirva para que no vuelvan a ocurrir hechos, que como los relatados, vulneren a nuestro siempre respetado Poder Judicial.
Delegado Nacional del Frente Amplio
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