Ni justa, ni noble ni exitosa

El pasado jueves 20 de marzo se cumplió el quinto aniversario del inicio de la invasión a Irak por parte de una coalición militar liderada por Estados Unidos y apoyada militarmente por Británicos y Australianos, invasión que el presidente de Estados Unidos, George Walker Bush, ha calificado de "justa, noble y exitosa". 225 mil soldados estadounidenses, 45 mil británicos y 2 mil testimoniales australianos fueron desplegados para la ignominiosa tarea junto a la más grande parafernalia bélica-tecnológica ya exhibida.El motivo aducido para la invasión, si es que en estas cosas hay que andarse con motivos y formalidades -como una declaración de guerra por ejemplo- fue en síntesis el "peligro" que representaba Irak y su sanguinario dictador -ex aliado de la Casa Blanca- para la civilización occidental y para el mundo entero.Recuerdo meses de discusión en los medios internacionales acerca de si Irak poseía o no armas de exterminio masivo, en particular, armas químicas y biológicas.Por estos parajes subdesarrollados, a pesar de los medios de desinformación masivos -armas peligrosas como pocas- veíamos con cierta claridad las motivaciones belicistas y las intenciones espurias escondidas tras los discursos de los señores de la guerra: intereses geopolíticos, el petróleo y la necesidad de mantener en funcionamiento el aparato industrial militar de Estados Unidos fueron seguramente las verdaderas motivaciones para la guerra, ocupación, humillación y sufrimiento de toda una nación.Lo de "justo y noble" nunca se lo creyó nadie, pero examinemos ahora lo que Bush ha catalogado de "exitoso".Fue un primero de mayo, ese día conmemorado por trabajadores de todo el mundo (a excepción de Estados Unidos), que desde la cubierta del portaaviones USS Lincoln un eufórico Bush proclamó la victoria bajo el eslogan "misión cumplida".Desde entonces han fallecido 4.000 soldados estadounidenses y 10 veces ese número han resultado con lesiones graves; pero medir el éxito de esa guerra por el número de agresores muertos es otro de los absurdos de todo esto. Estudios independientes hacen referencia a cifras que oscilan entre 500.000 hasta 1.200.000 civiles iraquíes muertos a causa de la ocupación y otros 4 millones de desplazados por la guerra; el mayor desplazamiento desde el éxodo de Palestinos cuando la creación del Estado de Israel.Las torturas, golpizas y maltratos por parte de soldados de la ocupación están a la orden del día (con derecho a fotos y videos de los propios agresores) al punto que según un estudio del propio pentágono 40% de los soldados considera que la tortura es aceptable y un 10% reconoce haber maltratado a civiles.Según UNICEF el 72% de los niños en Irak sufre diarreas debido a la escasez de agua potable y muchos mueren por esa causa. La situación sanitaria es crítica y existen epidemias de cólera, disentería y tifoidea. La mayoría de los padres no envía a sus hijos a las escuelas por miedo a la violencia. Los saqueos han afectado los tesoros de miles de años de antigüedad que son patrimonio de la humanidad toda, cerca de un millón de antiquísimos libros quemados y tablas de arcilla de primitiva escritura cuneiforme han sido destruidas.En estos días, Barack Obama, precandidato al sillón presidencial de la Casa Blanca ha afirmado que el coste de 500.000 millones de dólares de la guerra en Irak es un lastre para la economía de EEUU. La producción de petróleo en Irak, que podría paliar esos costos, no ha logrado alcanzar siquiera los niveles previos a la guerra cuando existían sanciones económicas que lo obligaban a producir muy por debajo de sus capacidades.No Sr. Bush, la guerra no ha sido justa y mucho menos noble y sólo ha sido exitosa desde la óptica bizarra del complejo industrial militar que sabe lucrar con la muerte y el sufrimiento de millones de personas.




Artículo publicado el 28 de marzo en la revista digital http://www.derivera.com.uy/



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