Tabaré anduvo por el boliche El Resorte

Hombre que supo ser bueno pa' esas cuestiones de gobierno, ahura que dice, un tal de Tabaré Vázquez.
Cierto día se apareció por el boliche El Resorte en una gira pueblo a pueblo, pa' contar de cómo andaba el gobierno y tomar la temperatura de la gente. En eso, la Duvija, que no es dada a metáforas andaba corriéndolo de atrás con el termómetro de mercurio en la mano.
El hombre se acodó en el mostrador y preguntó al Tape Olmedo a que hora cerraba el boliche; que si iba a contar lo de su gestión la cosa se iba larga y no le gustaba que lo interrumpieran, y eso que faltaba medio período.
En eso el tape Olmedo miraba desconfiado como caballo tuerto, que para él la economía y el país productivo andaban bien pero lo que no engranaba era Peñarol y nadie le sacaba de la cabeza que era por culpa del gobierno. Incluso estaba convencido que eso de gobierno progresista era por los hinchas del clú progreso de La Teja.
Reforma va, reforma viene, hasta el barcino maulló algo sobre reforma tributaria pero la que quedó loca de contenta con la reforma de la salú fue la Duvija que ya quería marcar hora con el dotorcito de la asistencial al que le había puesto el ojo hacía rato.
Unos días más tarde vino otro forastero que parece que también andaba de gira atrás del Tabaré, muy pesimista el hombre, diciendo que con los blancos él vivía mejor. Pero cómo habrá sido la cosa que Rosadito Verdoso le encajó un par de higos en la frente y el forastero se mandó mudar (pa' Pocitos o Carrasco) mientras la Duvija acariciaba al barcino y cantaba bajito: "si alguien me tira una flor…"
J. Fabián Fontoura Cairello.-
(Plagio respetuoso a Julio César Castro "Juceca")

1 comentario:

Anónimo dijo...

Exelente. Se los ha llevado a todos el barbudo (o quién corresponda). Me imagino a Juceca allá arriba! Seguro que algún higo se han tenido que limpiar los san pedro y san cono de entre medio de las cejas, porque creo que no era el lugar indicado para rosadito verdoso!jaja. Eterno Juceca! Gracias por todo, querido hermano. Y Tabaré que vuelva a alegrar los corazones, gente así es necesaria. Saludos, Fabián.