Que no te quiten la alegría

Nada más “bajoneante” que escuchar en los medios a los dirigentes y voceros de los partidos de oposición en Uruguay. La verdad es que hay que reconocerles su creatividad y perseverancia.
Con indicadores sociales y económicos favorables por donde se mire no debe ser fácil encontrar los argumentos que permitan explicar porque nos va tan bien con un gobierno “tan malo”.
En algunos aspectos son coherentes y debemos reconocerlo también.
Antes nos fue muy mal y la culpa estaba en la coyuntura externa, hoy nos va bien y la “culpa” es de la bendita coyuntura externa. Parece que en estos asuntos nuestro país funciona en piloto automático.
Empecemos con algunas precisiones sobre los indicadores de la economía de los últimos años.
La economía de un país se mide, entre otros indicadores, por su producto bruto interno (PBI).
El PBI de un país es algo así como la sumatoria del valor final de todos los bienes y servicios producidos dentro de sus límites territoriales.
La previsión para este año, que tuvo que ser corregida al alza, es que el crecimiento del PBI uruguayo rondará el 7,25%, configurando un escenario de crecimiento sostenido y alcanzando el mayor registro de actividad económica a valores constantes, por lo menos desde 1983 que es desde cuando pude hallar registros de este indicador en la página web del INE (Instituto Nacional de Estadística).
Otro aspecto significativo es el que tiene que ver con la inversión extranjera en nuestro país. El discurso de Blancos y Colorados durante mucho tiempo fue que accediendo el FA al gobierno la actividad económica se vería resentida por la ausencia de inversión extranjera ya que el Frente no “era confiable” para los inversores. Los resultados están a la vista en cuanto a crecimiento económico y la inversión extranjera lejos de resentirse se ha elevado desde un 1% a un 7% del PBI.
Ahora bien, en esta línea de razonamiento, ¿quién es más confiable para los inversores?.
Otra de las cosas que se defendió desde la oposición fue la desregulación laboral: el estado no debe intervenir en las relaciones laborales porque eso conspira contra el nivel de empleo.
Pues bien, el estado intervino y promovió una nueva política en materia de relaciones laborales a través de herramientas como la de los consejos de salarios.
Tampoco aumentó el desempleo sino todo lo contrario.
En setiembre la tasa de desempleo ha descendido a un 8,5%, muy contrastante con aquel 20% que llegó a alcanzar enseguida de la crisis de 2003.
Es cierto que el escenario externo tiene aspectos muy favorables como los altos precios de los productos primarios que Uruguay exporta. Pero también hay factores desfavorables. Sequías (2005), graves inundaciones e invierno riguroso (2007), fenómenos que antes sirvieron para justificar algún magro resultado pero que hoy parece que no deben considerarse. Un precio del Petróleo que no ha parado de subir pasando de 51 dólares en 2005 a cerca de los 100 dólares el barril en la actualidad.
¿Alguien tiene dudas de que en los gobiernos anteriores esos costos se hubieran trasladado directamente a los precios de los combustibles? Yo no tengo dudas al respecto.
¿Alguien se imaginaba rebajas en las tarifas públicas de OSE, UTE o ANTEL durante los gobiernos anteriores?
Los blancos intentaron vender ANTEL (sólo para empezar), ¿qué sería hoy de las tarifas telefónicas, de la conectividad en las escuelas y liceos públicos, del Plan Ceibal sin ANTEL como empresa de todos?
Invirtieron en OSE para privatizarla y cuando dijimos NO y aprobamos la reforma constitucional sobre el agua se dijo que OSE no estaba en condiciones de realizar las inversiones necesarias. Pues las está haciendo en todo el país y a un ritmo nunca visto. Una OSE privatizada jamás realizaría por ejemplo la inversión que se hizo para llevar agua a los vecinos de la localidad de Cerrillada en nuestro departamento de Rivera, porque no tiene rédito económico. En este gobierno se va a hacer más saneamiento en el departamento de Rivera que durante toda su historia.
Por todo esto y por la mejora en la distribución de la riqueza, por la reducción de un tercio de la pobreza, por todo lo que ya no quiero decir por temor a extenderme demasiado y aburrirlos. Por todo eso, compañeras y compañeros, no se dejen bajonear. Con mirada crítica sí, pero con firmeza al momento de defender a este gobierno que es nuestro y a decirle al pueblo uruguayo que no dejen que les quiten la alegría.

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